Han traído de casa frutas y frutos típicos de otoño, y enseguida han montado el chiringuito. Su idea inicial era vender y comprar, pero... probaron los higos, pelaron alguna castaña, rompieron alguna nuez... empezaron a comerla... Y el comer y el rascar, todo es empezar, ya sabéis...
Así que dijo Rubén que lo mejor era hacer un restaurante. Lo ha diseñado para mañana, y nos ha anunciado que será de cinco estrellas. Nos ha mandado barrer para que el suelo estuviera limpio, pues según él en un restaurante de 5 estrellas el suelo está impecable; y ha aconsejado a sus compañer@s que mañana vengan muy guap@s, ya que los camareros de los restuaurantes de cinco estrellas van muy elegantes.
Estad atentos, que este Rubén monta un negocio en un periquete. Dentro de unos años, lo veremos en algún negocio importante, ya veréis. Al tiempo. Ingenio e ideas no le faltan.
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