El viernes pasado, la mamá de César nos enseñó cómo convertir un yogur aburrido en un maravilloso yogur divertido... Y vaya si fue divertido, les encantó. ¡Y qué rico quedó!
Además, les regaló esos preciosos delantales que lucen, y este cuento en verso, que es chulísssssimo.
¡Muchísimas gracias, Saray!
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