Eso es lo que hemos hecho esta vez para el Día de la Madre. Por una cara pusimos corazones recortados; y por la otra, una flor hecha estampando nuestra mano mojada en pintura de dedos. Seguro que sirve para guardar algo bonito.
Con todo nuestro cariño, con todo nuestro respeto, y con toda nuestra admiración por esas mujeres (mamás, abuelas...) que no dejan nunca de querernos, animarmos, sostenernos y cuidarnos. Un día, y otro, y otro... Y así toda la vida. Y nunca dejan de hacerlo.
Dentro de la bolsa pusimos una tarjeta hecha con mucho amor, esperamos que os haya gustado.
¡FELICIDADES!
1 comentario:
Hola. son unas bolsas preciosas. Un gran trabajo.
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